Esta experiencia trata de una nueva manera en el acto de fotografiar a la gente de teatro: la realización de la sesión de fotos de una actriz como una performance con la presencia de público, y, como en toda representación teatral, se mantiene una continuidad a lo largo de la sesión para que el fotógrafo y la actriz puedan representar sus propios roles a medida que van creando una ficción, vinculándose permanentemente, dejando surgir sus emociones sin necesidad de buscar el resultado fotográfico a través de poses o de consignas impuestas. El set fotográfico se convierte entonces en un espacio de juego en el que ambos pueden expresarse: la actriz tiene en cuenta en todo momento al público y compone con su cuerpo, con sus manos, utiliza las líneas y las caídas de las telas, y el resultado son sucesiones de imágenes espontáneas que le permiten desarrollar su capacidad de composición escénica, para mí, como fotógrafo y como actor, este desarrollo de la capacidad compositiva y la posibilidad de vincularme con la modelo a través de la ficción escénica me aseguran la posibilidad de plasmar en imágenes sorprendentes el proceso de la representación.
En el trabajo del que se muestran las imágenes, la actriz es Verónica Intile y se realizó en mi estudio entre el 21 de Diciembre de 2007 y el 9 de Enero de 2008 a lo largo de cuatro sesiones con la participación de una pequeña cantidad de público.
En el trabajo del que se muestran las imágenes, la actriz es Verónica Intile y se realizó en mi estudio entre el 21 de Diciembre de 2007 y el 9 de Enero de 2008 a lo largo de cuatro sesiones con la participación de una pequeña cantidad de público.
